Noelia salinas
Soy Noelia, aunque la mayoría me conoce como Noni.

Descubrí la astrología en mi adolescencia, como quien encuentra un diario secreto que parece hablarle directamente. Me fascinaba… hasta que decidí que “lo serio” era estudiar cosas más normales y dejar las estrellas en segundo plano. Spoiler: no funcionó. Las estrellas volvieron a mí, y esta vez no las solté.
Con los años entendí que la astrología no era un pasatiempo raro, sino un lenguaje profundo que me ayudaba a entender mi propia historia. Y ahí sí, me formé, me diplomé y me entregué a este camino con todo.
Hoy soy astróloga evolutiva, y me gusta pensar en la carta natal como un mapa para conocernos mejor. No se trata de predecir ni de inventar futuros, sino de explorar nuestra historia, nuestros patrones y nuestras posibilidades de crecimiento. Mirar tu carta natal es como encender la luz en una habitación en la que siempre estuviste: todo sigue ahí, solo que ahora lo ves más claro.
La astrología es milenaria, y sí, se la llama pseudociencia… pero lo cierto es que conecta. Porque la vida nos habla de muchas maneras: a veces a través de un tránsito planetario, a veces en una película, o incluso en una frase que alguien dice sin querer. Para mí, la carta natal es uno de esos canales: una herramienta simbólica que ayuda a iluminar lo que ya llevamos dentro.